17/06/09

Las fiestas son una de las posibilidades que tiene el ser humano de evasión y de despreocupación. Las buscamos en sí y como contrapartida al tedio discurrir de la vida cotidiana. En muchas ocasiones vivimos la cotidianeidad como sufrimiento en vistas a la posibilidad de fiesta (por vacaciones, fines de semana,...). Sufrimos en lo diario por no estar en fiesta y en la fiesta porque tenemos que volver a lo diario. Vida diaria y fiesta parecen incompatibles. Ya lo decían los clásicos en su contraposición entre ocio y neg-ocio. ¿Por qué sufrimos en nuestra vida sin fiesta? ¿Qué tiene nuestra vida que propicia este sufrimiento?

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