08/04/2010

Casi todas las personas utilizan las convenciones sociales para su comportamiento diario. Lo que está establecido desde años es lo que se debe hacer. Más en los actos socialmente públicos, en los que el protocolo de actuación es de difícil cambio y cualquier cambio puede producir alteraciones de diferente grado. Es mejor pensar en lo establecido, que en lo que personalmente se pueda querer. Muchos no entienden la postura nietzscheana de la voluntad de crear nuevos valores que nazcan de la reflexión de los valores presentes y que desde la negación de su fundamento, se creen sus valores desde los objetivos personales. Mucha lucha tiene que tener, por ejemplo, quien quiere organizar una unión de pareja fuera de los rituales fijados. O la educación de sus hijos en coherencia con los criterios personales de educación. Nos convertimos en autómatas sociales, nos incorporamos a las corrientes sociales y nos quejamos para decir lo mal que lo estamos pasando, por la incoherencia de la acción, para a continuación no darle solución.

Comentarios

  1. Cuanta razón tienes, pero se ha creaqdo una culturilla entre la jerarquía de la Iglesia y entre los personajes públicos en general de que las apariencias lo son TODO y se niegan las evidencias para quedar bien en vez de entrar en el fondo de las cuestiones y si hay que hacer sangre pues se hace para que la la enfermedad se cure por supuesto no así por así porque sino puede enquistarse y se encangrena todo el organismo y al final se colapsa.
    Un abrazo.

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